Se estima que 8 de cada 10 personas sexualmente activas se infectarán con el virus del papiloma humano (VPH) en algún momento de sus vidas. Aunque en la mayoría de los casos la infección es temporal, si está presente durante un largo período de tiempo puede causar cáncer, el más común de los cuales es el cáncer de útero (cervical) en las mujeres.
En España la vacunación contra este virus existe desde hace casi 20 años, pero todavía hay un grupo de edad que incluye a las personas de mayor edad con tasas de vacunación muy bajas.
Así, hace un mes, Cataluña decidió introducir una nueva prueba de cribado para mujeres de 30 a 65 años, con el objetivo de que a partir de 2025 esta prueba se realice mediante autotoma con kits que se podrán adquirir en las farmacias.
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El principal objetivo de la Generalitat es reducir entre un 60 y un 70% la incidencia del cáncer de útero, ya que es el segundo cáncer más frecuente en mujeres de 25 a 64 años.
Aunque el virus causa el 10% de los cánceres, también puede provocar cánceres de ano, vagina, vulva, pene y orofaringe, así como lesiones benignas como verrugas genitales o verrugas anogenitales.
“No discriminamos entre género y edad.
Se puede decir que esta es una infección muy común, casi universal”, dijo durante 20 minutos el ginecólogo y experto en el campo de las enfermedades de transmisión sexual, Damián Ángel Sánchez Torres.
Según él, la medida más eficaz ha sido la vacunación gratuita y sistemática en España para toda la población desde 2007. Pero igualmente importante es la llamada «prevención secundaria», que incluye la detección de lesiones antes de que se produzca el cáncer, mediante pruebas de cribado como citologías o «autotests» como los que pretende introducir Cataluña.
“Ahora se está reemplazando la prueba clásica y se usa ampliamente otra prueba que busca virus en el ADN en lugar de mirar el daño causado por los virus”, explica, comparándola con las pruebas de PCR realizadas durante la pandemia para detectar Covid.
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En España, la tasa de infección por VPH en mujeres es del 14,3%, pero en mujeres jóvenes de 18 a 25 años esta tasa se duplica hasta el 29%.
Las tasas de vacunación son igualmente altas: más del 80% de la población objetivo recibe dos dosis (90% una dosis). El problema, sin embargo, es que la población objetivo son niñas de 12 años, edad que recibe ambas dosis de la vacuna contra el virus del papiloma desde hace dos décadas.
De hecho, se estima que la tasa acumulada de vacunación entre mujeres de 15 a 55 años de 2007 a 2020 es del 4%; La tasa anual es sólo del 0,24%.
Esto significa que sólo el 0,24% de la población de este grupo de edad se vacuna cada año.
“Las tasas de vacunación entre las mujeres adultas son muy bajas y eso es un problema.
Los pacientes deben saber que esta vacuna existe y los beneficios de usarla tanto para mujeres como para hombres”, enfatizó el experto.
“Todas las generaciones han sido vacunadas en los últimos 16 años, pero las generaciones anteriores no fueron vacunadas de manera sistemática.
El hecho de que no esté financiado no significa que no se recomiende para ciertos grupos de riesgo», afirmó Sánchez Torres.
El ginecólogo señaló que existen muchos estudios que demuestran los beneficios de la vacunación, incluso con una sola dosis, en adultos sexualmente activos.
Añadió: “Los mayores beneficios se ven en los adolescentes porque aún no han tenido relaciones sexuales, pero hay estudios que muestran que también reduce significativamente el riesgo en los adultos, por lo que es importante que conozcan la vacuna y los beneficios.

Actualmente, la Seguridad Social cubre la vacunación contra el VPH para niñas y niños de 12 años y adolescentes no vacunados de 15 a 18 años.
Sin embargo, también está destinado a personas menores de 26 años que padecen determinadas enfermedades y están en riesgo, por ejemplo: infección por VIH; para hombres menores de 26 años que tengan relaciones sexuales con otros hombres; para personas en situación de prostitución hasta los 26 años; mujeres con traumatismo uterino de cualquier edad; mujeres postrasplante de órganos menores de 26 años; y personas con inmunidad débil, independientemente de su edad.
«El papiloma no conoce género ni edad»

Además, en 2022 España ampliará las recomendaciones de vacunación a los niños de 12 años.
Desde entonces, el tratamiento se financia con fondos públicos de salud y las comunidades autónomas lo incluyen en sus calendarios desde hace dos años.
“Es muy importante aclarar que el virus del papiloma humano no discrimina género ni edad.
Afecta tanto a hombres como a mujeres y en todo tipo de relaciones sexuales.
Además, los hombres no sólo tenemos que sufrir las consecuencias si no nos vacunamos, sino que también somos portadores de la enfermedad.
También tienen derecho a beneficiarse de la reducción de la carga del virus del papiloma humano a nivel social, y tenemos la suerte de ser uno de los países que ha puesto la vacuna a disposición independientemente del sexo», concluyó el ginecólogo.