Las trabajadoras del campo se vuelven a enfrentar a condiciones laborales ínfimas y a la desatención de las necesidades básicas como un lugar seguro donde habitar.

Se ignoran los accidentes laborales, las condiciones laborales son malas y no se satisfacen las necesidades básicas, como un lugar seguro para vivir.
Los jornaleros de Huelva iniciaron la campaña de recolección de fresa en peores condiciones laborales que en años anteriores.
A Laila (seudónimo) le tuvieron que amputar tres dedos debido a la diabetes en su ciudad natal de Marruecos.
La empleada llegó con un contrato original de Huelva, y cuando su potencial jefe miró su mano, automáticamente la echó de la habitación.
Su respuesta fue: «Vámonos a Marruecos». En la decisión anunciaron que Laila había dejado su trabajo.
La economía de Huelva se basa en gran medida en el sector agrícola (incluidas 1.300 empresas industriales) y emplea a unos 14.000 trabajadores subcontratados que vienen aquí cada año, la mayoría de ellos procedentes de Marruecos.

Ana Pinto, militante de Jornaleras de Huelva en Lucha, confirmó a Público que las empresas no pagan el salario mínimo de traductores (SMI) a sus trabajadores.
“Hace dos días, una de nuestras compañeras nos dijo que en la cooperativa donde trabaja trabaja de 16 a 18 horas diarias y no les pagan las horas extras”. Además, dijo Pinto, al inicio de la temporada no hay tanto trabajo, por lo que los jornaleros ganan mucho menos dinero.
Barreras lingüísticas y malas condiciones de vida.

Desde Jornaleras de Huelva en Lucha se dieron cuenta de que los trabajadores se enfrentaban a una barrera que complicaba aún más su situación: el idioma.
Aunque Pinto cree que este obstáculo es bueno para el negocio. «Cuanto más se comunican, peor les resultan las cosas».
El activista dijo que según el acuerdo las empresas deberán ofrecer cursos de integración social para que los jornaleros aprendan el idioma, algo que “aún no ha sucedido”.
Los trabajadores tampoco disfrutan de buenas condiciones de vida.
“Las fincas no cumplen con los requisitos sanitarios, no tienen agua potable, no tienen guardarropas y constantemente vemos sus bolsas amontonadas sobre las camas”, dijo Pinto.
También lamentó que «los empresarios acusan a las mujeres, diciendo que perturban el sistema».

Con el inicio de la recogida de fresas y la recogida de frutos rojos, el Instituto de la Mujer ha publicado una campaña de información y sensibilización sobre la situación y derechos de los jornaleros del sector, continuando así la labor que inicia en 2023 con la publicación de Igualdad en Empleo (BIE) Fotos del Boletín de Riesgos.
Temporada de fresas en Huelva.

«Reducen sus salarios y no calculan con precisión las horas de trabajo».

En 2022 se presentaron varias denuncias por irregularidades en el pago de las bonificaciones de envío estipuladas en el convenio y por el incumplimiento de la subida del SMI.
“Se nos hace muy difícil salir adelante porque estamos luchando contra gente que tiene como trabajo proteger a los trabajadores”, dijo Pinto, en referencia a la escala salarial aprobada por el Comité de Trabajadores y la Asociación de Jóvenes Agrícolas (ASAJA).
unido.

En este acuerdo, CCOO firmó una adenda específica por la que el salario real que percibirían los trabajadores sería igual al SMI.
Los representantes de los jornaleros citaron las declaraciones de la secretaria general de CCOO, Mónica Vega, quien dijo que al no respetarse el pago de horas extras y kilometraje, bajarían sus tarifas para ver si lo completaban.

En la temporada 2024 los trabajadores ganarán un total de 57,95 euros al día, con una jornada laboral de 6,5 horas diarias y 39 horas semanales.
Si la jornada se extiende por necesidades de producción, el tiempo adicional se considerará tiempo extra.
«Eso no está sucediendo», dijo Pinto.
Este activista asegura que las empresas «reducen los salarios, no computan las horas reales de trabajo y añaden horas extras además de pagarlas como hora habitual».

El acuerdo especifica la primera hora extra remunerada con un aumento del 25% sobre las horas normales y la segunda hora con un aumento del 75%.
Es decir, la primera hora adicional se deberá pagar a 11,14€ y el resto a 15,60€ la hora.
“El año pasado la primera hora extra costaba 13 euros”, recuerda Pinto.