Respetuosos con el medio ambiente, saludables y sin pesticidas ni herbicidas. Estas son algunas de las diferencias entre estos productos.

Cada vez son más las personas preocupadas por la salud y el medio ambiente que deciden aprender a comer de forma más saludable y respetuosa con el medio ambiente. Tanto es así que en España el sector ecológico alcanzó un coste de 53,41 euros por persona en 2020. Además, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el sector de los alimentos ecológicos representa el 2,48% del gasto total en alimentación este año.

Pero ¿cuál es la diferencia entre productos ecológicos, bio, sostenibles y ecológicos? En muchos casos, al caminar por los pasillos de los supermercados nos topamos con marcas cuyo significado ni siquiera entendemos. Desde frutas y verduras ecológicas hasta pastas y frutos secos ecológicos. Todos parecen estar orientados a alimentos más saludables, pero existen algunas diferencias que debemos conocer para aprovechar al máximo nuestra dieta.

Aquí están los más notables:
Los productos ecológicos son productos creados a partir de procesos de producción ecológicos, combinando el respeto por el medio ambiente y la protección de los recursos naturales. De esta forma, los alimentos se preparan de la forma más natural posible, sin intervención artificial y utilizando recursos renovables.

Estos productos no contienen pesticidas ni fertilizantes artificiales y no utilizan fuentes de agua contaminadas para los cultivos. La ganadería utiliza alimentos orgánicos libres de hormonas y antibióticos, cultivados en zonas no contaminadas y sin OGM.

Los productos biológicos, son productos que no han sido modificados genéticamente y se seleccionan específicamente de su especie o que mejoran el patrimonio genético y apoyan la biodiversidad.

Los alimentos orgánicos tienen las mismas características que los alimentos orgánicos porque se producen sin el uso de químicos ni pesticidas y son amigables con el medio ambiente.

Aunque algunos fertilizantes están prohibidos en España, como el carbonato amónico, otros están permitidos.

Los alimentos orgánicos no tienen cabida para este tipo de fertilizantes, que suelen utilizarse para mejorar el aspecto de los alimentos.

Los alimentos orgánicos comparten características con los alimentos bio y sostenibles, por ejemplo se cultivan en una zona no contaminada y no contienen pesticidas, herbicidas, insecticidas ni fungicidas, es decir, se controlan de forma natural.

Estos alimentos o productos tienen un impacto positivo en el medio ambiente al ayudar a mantener la fertilidad del suelo, prevenir la pérdida de biodiversidad del subsuelo y regenerar el suelo. También ayuda a mantener limpias las aguas subterráneas.

Estos productos no contienen conservantes, colorantes y están envasados ​​para conservar los nutrientes.

Los productos ecológicos son productos que respetan y cuidan el medio ambiente. Se centran en aspectos sociales, teniendo en cuenta factores como los derechos humanos, la economía, la producción y el transporte. Muestran respeto desde que salen de la tierra hasta que llegan al supermercado. Si algo está claro es que, a pesar de sus sutiles diferencias, los productos ecológicos, bio, orgánicos y sostenibles tienen mucho en común, incluido el compromiso con el medio ambiente y la salud humana.