Los esfuerzos por mejorar el medio ambiente y la calidad de vida de los valencianos y visitantes se han visto recompensados. En 2024, la ciudad recibió el premio Capital Verde Europea por valorar el desarrollo sostenible en sus políticas públicas. Durante las últimas décadas, Valencia ha realizado mejoras para ser más amigable con el medio ambiente y las generaciones futuras.

Un claro ejemplo de ello son las iniciativas en materia de movilidad sostenible y potenciación de espacios verdes urbanos, que han acumulado durante este tiempo casi 5 millones de metros cuadrados de espacios verdes, entre ellos el Jardín del Turia, el Parque Central y el Parque Natural de la Albufera. Su éxito se debe a que es la primera ciudad mediterránea en recibir este galardón.

Su éxito reside en la biodiversidad urbana, la visión verde y digital, el transporte público y la movilidad activa, así como la huerta y la alimentación ecológica. Valencia: un faro de política verde en el Mediterráneo

Además del distintivo patrimonio verde que sirve como pulmón del centro de la ciudad, los residentes aquí también tienen cientos de parques cercanos a su disposición. En este sentido, el Ayuntamiento de Valencia afirma que más del 70% de los ciudadanos pueden acceder a espacios verdes a menos de 5 minutos andando desde su domicilio.

Todo ello contribuye a mejorar la calidad del aire, efecto positivo que se multiplica con actividades adicionales que fomenten el uso del transporte público y la movilidad activa. En este sentido, Valencia destaca por su potencial como ciudad ciclista gracias a su orografía, clima y patrón urbano. Hay alrededor de 200 km de senderos para caminar y andar en bicicleta, la mayoría de los cuales se encuentran en los Jardines del Turia, considerado el parque urbano lineal más grande de Europa.

Pero su compromiso con la sostenibilidad va mucho más allá. Aunque ya es una de las 112 ciudades seleccionadas por la Comisión Europea dentro de su misión «100 ciudades inteligentes y climáticamente neutras», su objetivo es convertir la capital del Turia en una ciudad climáticamente neutra en un plazo de seis años, tal y como refleja el Programa Documento Valencia. Modelo 2030 – misión ecológica y digital.

El último punto se refiere a la cocina. La huerta valenciana se encuentra entre las más importantes de Europa. En más de 120 kilómetros cuadrados de campos y suelo fértil, las frutas y verduras de la más alta calidad son la base de la dieta mediterránea, se suministran a los restaurantes y mercados locales y se exportan al extranjero.

El hecho de que Valencia es una ciudad verde se siente nada más llegar. Se caracteriza no sólo por una gran cantidad de vegetación en el centro de la ciudad, sino también por parques naturales de fácil acceso en las afueras. Por supuesto, lo más destacado es el Parque Natural de la Albufera, un auténtico oasis a sólo media hora de la capital, donde conviven la flora y la fauna autóctonas con los agricultores que cultivan productos locales. Un lugar con un ecosistema diverso que podrás recorrer a pie, en bicicleta o incluso en barco.

Y sus responsabilidades a largo plazo se colocan sobre la mesa de negociaciones. Puedes probar la tradicional paella valenciana en los arrozales donde nació el plato, así como en restaurantes cercanos que sirven cocina local elaborada con ingredientes de temporada que dejan poca o ninguna huella ecológica.