Una propuesta que incluye la creación de un grupo especializado en el control de las fronteras, formado por especialistas de distintos organismos gubernamentales.

El líder laborista Keir Starmer dio un paso adelante el viernes en sus propuestas para frenar la llegada de inmigrantes irregulares al Reino Unido.
Una propuesta incluye la creación de un equipo especializado de control fronterizo, compuesto por expertos de varias agencias gubernamentales, así como poderes más amplios –similares a los de la guerra contra el terrorismo– para combatir a la mafia que transporta personas a través del Canal de la Mancha.
El objetivo de Starmer es demostrar que tiene una estrategia alternativa a la estrategia del gobierno actual, que consiste en poner fin al controvertido plan de deportar a los solicitantes de asilo a Ruanda.

El líder laborista quiere mantener la retórica antiinmigración para atraer a los votantes conservadores, pero también quiere demostrar que hay maneras de lograrlo respetando los derechos humanos y el derecho internacional.
Por eso su plan de acción se centra en reforzar la vigilancia, proponiendo establecer un comando de seguridad fronterizo, compuesto por miembros de las agencias de inteligencia (MI5), la Agencia de Fronteras (Border Force) y el Estado. Agencia contra el Crimen (NCA).

Starmer también anunció planes para otorgar poderes de estilo antiterrorista para enfrentar a la mafia, incluida la capacidad de realizar búsquedas, cerrar cuentas bancarias, restringir los viajes y rastrear los movimientos de cualquier sospechoso de tráfico de drogas antes de deportarlos.

«La lucha contra el crimen organizado siempre es compleja, especialmente a través de fronteras.
Seamos claros: estamos tratando con una organización criminal, que ataca a Estados-nación y opera en zonas grises de nuestras leyes».
La propuesta laborista incluye poner fin al plan de deportación a Ruanda -que el gobierno conservador planea lanzar a principios de julio- y utilizar 75 millones de libras esterlinas (87 millones de euros) del dinero asignado al plan para financiar la creación de una nueva seguridad fronteriza.

Starmer también espera mejorar la cooperación con las agencias de seguridad europeas, algo que destacó durante una visita a la sede de Europol en La Haya el pasado septiembre.
Uno de estos acuerdos incluirá la participación en el programa Eurodac, una base de datos biométrica de solicitantes de asilo que llegan a países de la Unión Europea.

Varios ex altos funcionarios de agencias responsables de la seguridad y la política fronteriza han acogido con satisfacción los planes de Starmer, incluido el ex inspector jefe de fronteras e inmigración David Neil y el ex jefe de la policía antiterrorista Neil Basu.
«Es alentador ver a Keir Starmer presentar propuestas políticas prácticas para fortalecer el trabajo de muchas agencias que abordan este problema tan difícil», dijo Basu en un artículo publicado por el Daily Telegraph.
Y añadió: «Me sorprende que esta propuesta no haya sido considerada antes».
Pero el gobierno insiste en que los planes laboristas no tendrán éxito y acusa a Starmer de no haber facilitado ninguna medida antiinmigración desde que era líder de la oposición.
El Ministro del Interior, James Cleverly, dijo: “El Partido Laborista apoya la amnistía para los inmigrantes ilegales, detuvo la deportación de delincuentes sexuales violentos y votó más de 130 veces en contra de leyes más estrictas de acceso a embarcaciones”.