La «nueva complejidad» de la pobreza incluye el incremento del número de mujeres con menores que viven en la calle, dice la ONG en Canarias.

“La crisis grave es la pandemia, donde buscamos atender a 53.000 personas.
Este fue un cambio muy difícil porque se manejó con los mismos recursos.
“Pero esto se acabó y volvemos a ser 28.000 personas, que es un poco más que antes de la pandemia, pero lo importante es la nueva complejidad de las personas que vienen a Cáritas, y la cantidad de personas con problemas de salud mental.
aumentado”, afirmó Gonzalo Marrero, director de Cáritas Diocesana, y el lunes añadió concretamente: “Hemos pasado del 0,3% de cada 100 personas que padecen adicciones o problemas de salud mental al 30% actual”.
Marrero, que acompañó al presidente de Canarias, Fernando Clavijo, en una visita a la sede de la ONG en Escalritas, capital de Gran Canaria, afirmó que la «complejidad» de la pobreza incluye también «el aumento del número de mujeres con hijos adolescentes «.
Vivir en la calle.
Se trata de personas que tienen trabajo pero no pueden ganarse la vida y entre ellos hay un porcentaje de inmigrantes de América Latina.
Advirtió que muchas de estas personas, que aún no cuentan con los documentos necesarios para entrar legalmente en España, están «trabajando a oscuras».
«No podemos aceptar el hecho de que casi un tercio de la población viva en la pobreza».

Por su parte, Clavijo afirmó que el Gobierno de Canarias no está «resignado» a que Canarias tenga «ese bolso de pobreza».
«No podemos resignarnos al hecho de que casi un tercio de la población vive en la pobreza», afirmó el presidente.
Que además «ayuda a quien ayuda», en referencia al apoyo del Gobierno de Canarias a Cáritas.

«El número de inspecciones también ha aumentado porque el 20% de la economía trabaja en el subsuelo, el porcentaje más alto de España», y se constató que en muchos casos «contratan a un empleado por cuatro horas y cobran a las ocho de la tarde». Clavijo valoró que Cáritas «evolucionó hasta perder su carácter social» y no «renunció», sino que dio un paso «muy valiente» al centrarse en la formación.
«El resultado fue un éxito rotundo» con un índice del 62%.
«Los participantes en el programa pueden reconstruir sus vidas».
Y escapar de la pobreza”.

Respecto a las definiciones de Arope, Marrero dijo que las «mejoras» en la economía llegarán a la sociedad después de 2,5 años y tardarán 7 años en llegar a las poblaciones marginadas, «pero hay un área donde nunca llegan», dijo.